Desde el POS, al inicio de la pandemia fuimos claros en que una enfermedad, sea cual sea, no se le debe tratar con mecanismos totalizantes, absolutos y menos usando el pánico.
Fuimos claros en que NUNCA debió paralizarse la actividad productiva que daba alimento a muchas familias, tanto formal como informal, para no agravar la situación de este enorme sector de la clase trabajadora, que sería más afectada, dado que el GRAN CAPITAL siguió produciendo sin mayor inconveniente.
Dijimos con claridad, y con sentido dialéctico ubicados en la realidad, no en augurios supersticiosos, que era necesario tomar factores geográficos, climáticos, etarios, económicos y de aglomeraciones, para que la atención FUERA FOCALIZADA en los que realmente estaban siendo las principales víctimas del COVID-19.
El tiempo nos da la razón, la pandemia pasa a ser sindemia, dado que afecta fundamentalmente a un patrón o sector de la sociedad con ciertos factores de riesgo, no a la totalidad, por eso insistimos, en la obligación del Estado por medio de Ministerio de Salud y la CCSS, de invertir en la atención primaria y directa con las personas que son las más perjudicadas, que a la vez permitieran al resto de la población, continuar con sus labores de trabajo, que hoy permitiría que el desempleo no esté cerca del 27% y la incertidumbre y desesperación de muchas familias creciendo, de cara al futuro.
Ahora, que ya la afectación está hecha, no queda más que indicar que el dinero que se paga en intereses de deuda interna sean tomados para reactivar la economía desde el mercado interno y un plan de infraestructura nacional que permita una expansión de los servicios públicos para amortiguar la disminución de la calidad de vida, ya frágil, así como la distribución del trabajo entre el grueso de la población laboralmente activa y productiva, rebajando la jornada laboral a 36 horas semanales, manteniendo el mismo salario y abriendo más horarios de trabajo para los desempleados, así obligando a los empresarios para que inviertan su capital en algo urgente, generar puestos de trabajo.
Referencias consultadas: https://www.nacion.com/el-pais/salud/complejidad-social-y-sanitaria-de-covid-19/4DMXZRDSABGVHC7NLR3E4FTV7Y/story/
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