Hemos bajado , por vacaciones, las intervenciones en redes, pero la renuncia de Marcelo Prieto como Ministro de la Presidencia obliga a hacer un comentario.
Para no tener que llegar a aceptar un jaque mate, el Gobierno ofrece a la Dama. Pero no es la jugada de gambito sino el recurso que le queda para colocar en el Ministro de Presidencia todos los fracasos de su gestión en el año que termina y disponerse a ser la administración de recambio al nuevo Gobierno en medio de un año electoral.
Su debilidad es categórica, con una política desastrosa ante el Covid19, que siguiendo las pautas de los financieristas globalizadores mundiales copió el Lockout o sea el Reset capitalista, cerrando una buena parte de la economía, echando mano de la recesión inducida y sin tomar medidas sanitarias acordes a lo que se ha mostrado como una, enfermedad que requería control y contención reforzando la medicina comunitaria o atención primaria y la dedicación en la población adulta mayor y de factores de riesgo.
Las consecuencias hubieran sido peores en la economía si hubiera cerrado todo más allá de Semana Santa. El Gobierno no lo hizo y las consecuencias de desempleo y recesión se dieron en los sectores de servicios, alimentación y en construcción que cerró a partir de terror, campaña de miedo, restricciones de funcionamiento y vehicular.
El Gobierno encontró en esta coyuntura la ventana y salvavidas para una gestión en picada antes del Covid19. Pudo a partir de la premisa del miedo y su quédate en casa, revertir su caída y aprovecho para impulsar la agenda de los organismos financieros internacionales para salvar la deuda interna a base de deuda externa y avanzar las políticas de recorte del Estado, su desmantelamiento social y ataque a los salarios y derechos laborales. Tarea que no ha terminado porque desatado el conjuro los demonios liberados quieren más de lo que el brujo Alvarado y su asistente Marcelo Prieto pretendían.
A los desastres económicos y sanitarios en el Covid19, que generó una reacción de descontento popular con incidencia en las encuestas, el Gobierno trató de meter un empujón con el préstamo del FMI apoyado en el sector financierista pero sin margen político interno ante la revuelta de bloqueos y manifestaciones que se generaron con el anuncio de recurrir a ese organismo y sus demandas.
El acuerdo por arriba con la Asamblea Legislativa no iba y se inventó un mecanismo de Dialogo al margen de ese órgano de poder que nació muerto. Trató de recuperarlo pero se le partió en un Foro de UCCAEP y sectores sindicales y sociales en la Asamblea del Banco Popular y otro que se fue desgranando que convoco el Gobierno en el Estadio Nacional. De nada le sirvió el apoyo de los expresidentes de por si desacreditados.
Los Foros fueron un fracaso aunque el del Banco Popular pueda servirle a Liberación Nacional como parte de su plataforma programática para la Campaña Electoral.
Después del rodeo por estos intentos fallidos de Dialogo, el Gobierno decidió mostrarse fuerte anunciando que volvía a la carta con el FMI. Pero eso significaba adoptar compromisos y la burguesía opositora no quiere desaprovechar el río revuelto de la Administración Alvarado y ganar en la agenda para estar a tono con las conclusiones de las evaluaciones y " recomendaciones" del FMI y, demostrar OCDE.
El pulso era concreto y pasaba por una definición con respecto al préstamo del BID que fue moneda de cambio para que el Gobierno no solo diera a conocer sus compromisos que ofrecería al FMI sino que estos fueran los que el conjunto de la burguesía y los "técnicos" de ese organismo, plantearon a principios de año para el país.
El Gobierno quiso con el anuncio de volver a la, ruta del FMI, demostrar que podía liderar pero eso no le era suficiente. Debía mostrar el contenido de La Hoja De Ruta y su Contenido. No lo hizo y la oposición que para nada está en contra del FMI ni del Prestamo del BID, ni de dejar de pagar la deuda interna y los onerosos intereses, le cerró el paso a la aprobación.
En esta situación, el artefacto de relación y búsqueda de acuerdos que es el Ministro de Presidencia, está quemado y no queda más que la renuncia.
Cual es la perspectiva? Un Gobierno que insistirá en ralentizar o bonapartear entre sectores de las distintas clases y jugar la variante de impuestos o un Gobierno puente que se decantará por las medidas con acento en los recortes , favorecer desde el Estado a los negocios y facilitación de la reactivación económica de la burguesía y la privatización avance de apertura de lo público, sin por ello abandonar los impuestos como ordena el FMI? Esta última es la más probable y tendremos un Ministro de Presidencia y componedor y un Gobierno de transición administrando la crisis.
En la gradería, como simples observantes y matriculados con uno u otro bando burgués, las dirigencias sindicales burocráticas viendo las jugadas del poder donde realmente los trabajadores y el pueblo son los perdedores.
Por el lado político, la izquierda FA en bancarrota huyendo del barco que se hunde pero sin alternativa política defendiendo en el fondo, al esposo que tuvo en estos tres años y lamentando la " traición".
Un sindicalismo clasista e independiente es necesario. Unas bases que se levanten y exijan la ruptura con la Concertación social y el impulso de una plataforma de lucha social y laboral unitaria y de lucha. Una expresión de izquierda política es lo que más hace falta pues la izquierda de la Concertación, electorera, adaptada al régimen, sindicalera y aparatista también está en bancarrota.
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